Salud y Educación de Estado: Alianza de ayer y de hoy

Salud y Educación de Estado: Alianza de ayer y de hoy

Según registra la Historia, fue a fines del siglo XIX cuando comienza el alcantarillado de Santiago, en 1906 se aprueba la Ley de Habitaciones Populares, y en 1918 el primer Código Sanitario, que creó el Servicio Nacional de Sanidad. Desde entonces, la Universidad de Chile ha estado presente en la construcción de las Políticas de Salud Pública para nuestra población, a través de la formación de médicos como el Dr. José Joaquín Aguirre, Dr. Alejandro y Dr. Roberto del Río, Dr. Federico Puga y Dr. Adolfo Murillo, por mencionar algunos, todos vinculados a la higiene pública.

Entonces, y ahora, la Casa de Bello ha entregado al país egresados para el sector Salud, no solo de alto nivel de formación, sino con un reconocido sello de servicio público.

En algo que hoy parece básico y fundamental, como el alcantarillado de nuestras ciudades, participaron con su formación, decisión y vocación, destacados profesionales titulados en la Universidad de Chile. Porque, como lo afirmara el fundador de nuestra Casa de Estudios, Don Andrés Bello, la Universidad se asociaba con las necesidades nacionales: “Todas las sendas en que se propone dirigir las investigaciones de sus miembros, el estudio de sus alumnos, convergen en un centro: la patria”.

Extensión Universitaria: Un diálogo social permanente

En pleno siglo XXI, la forma más concreta de transferir la labor de la Universidad Estatal en Salud se desarrolla a través de la dimensión diferenciadora de su quehacer que es la Extensión Universitaria, “principal medio para cumplir con la misión y compromiso social de la universidad, en la búsqueda de soluciones efectivas, coherentes y oportunas a los problemas y a las necesidades sentidas de la comunidad, especialmente las que se relacionan con el mejoramiento de la calidad de vida de sus miembros", según afirma el Proyecto de Extensión de la Facultad de Odontología.

Bajo ese marco conceptual, se ha establecido una estrecha colaboración entre Salud Odontológica y Educación Inicial a través de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), impulsando a las Educadoras de Párvulos, Técnicos en Educación Parvularia y agentes Educativos, como Mediadores en Salud Bucal.

El Programa de Promoción y Prevención en Salud para el Pre-escolar del Ministerio de Salud, es decir, del Estado de Chile, hoy conocido como Sembrando Sonrisas tiene como uno de sus pilares fundamentales “la gestión territorial, la que debía convocar y articularse con las Universidades y los actores relevantes en Salud”, explicó el Dr. Rodrigo Cabello, académico del Departamento de Odontología Restauradora de la Facultad de Odontología y precursor de esta Programa. De este modo, señaló, “la Universidad de Chile ha colaborado fuertemente en hacernos cargo de un problema de Estado a través de un Programa ministerial. ¿Cuánto vale eso, cuánto recurso económico  tendría que disponer el Estado si no existiese la Universidad para procurar que las educadoras accedieran a esta Capacitación, y más aún, con la calidad que se les entrega?. Creo que el resultado no tiene precio”, subrayó el Dr. Cabello.

Desde la Universidad a la salud para Chile hoy

De este modo, la Universidad de Chile, como Universidad Estatal, asume la corresponsabilidad en Salud de la población, y orienta los objetivos de la Universidad de Chile y el trabajo de su Campus de la Salud con todo su capital humano -estudiantes, docentes y personal de colaboración-, a buscar las mejores respuestas a los desafíos de la problemática sanitaria.

El Dr. Rodrigo Cabello, ex asesor del Ministerio de Salud (MINSAL), recordó que “a la base de la organización de lo que hoy conocemos como Ministerio de Salud que, en algún momento fue el Servicio Nacional de Salubridad y luego el Servicio Nacional de Salud, se encuentra nuestra Universidad, porque antes, la prestación de salud estaba relacionada con la caridad, administrada por congregaciones religiosas, y se profesionaliza una vez que la Universidad participa”.

Lo mismo, añadió, “ha ocurrido con la formación de especialistas en Medicina y Odontología, la red hospitalaria se ha sostenido por los médicos y dentistas de la Universidad de Chile y, si bien actualmente eso se ha diversificado, lo que hoy día se hace es el resultado de lo que un día la Universidad pensó como propuestas de la Salud para Chile”, enfatizó el académico.

Otro ejemplo, lo constituye el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), que, “a través de su fundador el Dr. Fernando Monckeberg y, luego sus sucesores, ha jugado un rol significativo en el manejo de la Desnutrición en Chile, primero, y hoy día en todo lo relacionado con la Obesidad. La Ley de etiquetado nutricional, de alguna manera se pensó, se discutió y hoy día se critica desde el INTA”, dijo el Dr. Cabello.

En esto que la Universidad hace, se pregunta el docente, “¿quién podría ocupar ese espacio, quién podría hablar de este tema sin tener un conflicto de interés económico o comercial, respecto de un tema tan sensible como es el etiquetado nutricional?”.

Otro desafío muy actual, comentó el académico de la Facultad de Odontología, se relaciona con la  respuesta de las universidades estatales  a problemáticas como el envejecimiento. Aquí, “los líderes en investigación en materia de Odontogeriatría, a nivel nacional, son el grupo de Odontología de la Universidad de Chile y el de la Universidad de Talca, coincidentemente dos Universidades estatales: allí están los líderes de opinión que son seguidos por los centros de investigación en nuestro país, para generar sus propios desarrollos”.

Asimismo, aseguró el Dr. Rodrigo Cabello, “buena parte de la Investigación  de calidad que se realiza hoy día radica en la Universidad de Chile. Desde el área de Cariología, los equipos que conforma, lideran la adquisición de Fondos Públicos para hacer Investigación: investigaciones que tienen aplicación directa en la Red de Salud Pública, en la Red de hospitales de atención primaria en todo el país. Lo que no sólo significa investigar, sino investigar con sentido para contribuir a la mejoría de la salud bucal de la población chilena”.

Universidades Estatales orientadas a la Salud y Educación de Estado

Operativos de Salud y salidas a terreno de la comunidad universitaria; intervenciones en Escuelas Públicas; en Ferias Libres; en Regiones apartadas en todo el territorio nacional; la capacitación y actualización del Personal de Salud de los Servicios Públicos; los avances científicos en Salud convertidos en insumos para la elaboración de Políticas Públicas Sanitarias; acceso a Servicios de Salud para las grandes mayorías, pero también para las poblaciones específicas, como aquellos chilenos y chilenas con capacidades diferentes, es parte del protagonismo de la Universidad de Chile y su gente, en la salud de todo nuestro país.

Porque la herencia de la Universidad de Chile y su rol en las Políticas de Estado se ha cumplido desde los orígenes de esta Casa de Estudios Superiores. En el marco de este sello hoy, como ayer, se entregan nuevas respuestas a las problemáticas de salud que corresponde enfrentar y nuestros estudiantes “son formados también en ese ambiente, ellos conocen perfecto, cuáles son los desafíos actuales y futuros, por lo que egresan con las herramientas necesarias para hacerse cargo de estos Programas de Salud del Estado”, enfatizó el Dr. Rodrigo Cabello. Añadió que “una de las dimensiones importantes de los profesionales de la salud de la Chile, es poder hacerse cargo de las respuestas del Estado a las necesidades de la salud de la población, porque las conoce, porque somos protagonistas, porque estamos contando la historia de primera mano, no contamos lo que vimos que alguien hizo, lo hacemos nosotros y eso ES una diferencia fundamental”.

El Proyecto de Ley de Educación Superior, en general, y el Proyecto de Ley de Universidades Estatales, en particular, mantiene en alerta a las universidades del Estado.

Para el Dr. Rodrigo Cabello, quien ha tenido la posibilidad de vivir esta amenaza tanto desde la Universidad, como desde el Ministerio de Salud, ve que a la profundización de la precariedad del financiamiento, que “nos obliga a ser muy creativos y siempre estar buscando y generando nuevas ideas para lograr fondos, se introducen dos aspectos fundamentales: Uno de ellas el gobierno y autonomía de la Universidad y cuando los perdemos, también extraviamos la facultad de pensar libres, sin ningún interés detrás, sin ninguna presión y nos volvemos pensadores de un criterio en particular, cualquiera que sea el de turno, pues nadie tiene la capacidad de garantizar que eso no va a suceder”.

Lo segundo, continuó el docente, “y que también es complejo, es que nuestro personal de apoyo que trabaja ayudando a la Academia, pierda o precarice su condición laboral, lo que va a  introducir todavía más ruido a lo que ya se tienen respecto del financiamiento”.

Si el Proyecto de Ley de Universidades Estatales amenaza el camino andado, desde la instalación de la Universidad de Chile, cabe preguntarse, “¿Cuánto vale la contribución de la  Universidad al Estado?”, a juicio del Dr. Rodrigo Cabello, “nos faltaría tiempo para contarlo”.

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